Técnicos del Puerto Deportivo de Benalmádena han procedido esta mañana a la botadura del velero “La Morena” que ha sido objeto de reparaciones en dique seco durante durante un periodo aproximado de seis meses al detectarse en Noviembre de año pasado que amenazaba con hundirse debido al mal estado de conservación en que se hallaba.
Manuel J. Jiménez, gerente de la marina benalmadense, se ha felicitado por el éxito de la operación, de gran complejidad, y ha subrayado que con esta actuación se ha evitado el hundimiento del velero, de grandes dimensiones, que hubiera supuesto un grave problema operativo y de imagen para el puerto, además de poner en valor la capacidad técnica de los empleados de la empresa municipal que han dirigido la operación.
Cabe recordar que “La Morena”, una goleta de 24 metros de eslora y un peso aproximado de 110 toneladas atracado en la marina benalmadense, se encontraba desde 2017 en estado de abandono y amenazando con hundirse sin que se le realizaran tareas de mantenimiento ni se abonasen desde entonces las tasas portuarias correspondientes, razón por la que la autoridad portuaria de Benalmádena decidió tomar medidas para evitar males mayores.
Tras realizarse amplios trabajos de reparación y mantenimiento en el casco de la embarcación, que presentaba varias vías de agua y un importante deterioro del maderamen, la operación de botadura realizada esta mañana, de gran complejidad técnica, ha sido supervisada por la concejala del Puerto, Encarnación Cortés que, acompañada de Manuel J. Jiménez, gerente del Puerto Deportivo de Benalmádena, ha explicado que tras la última revisión que se hizo al barco, un equipo de buzos del puerto descubrió que su casco tenía varias vías de agua y que, tras instalarse en su interior una bomba de achique, los pasados días 12 y 14 de Noviembre se observó que la situación del barco empeoraba, razón por la que el Puerto se decidió a actuar de manera inmediata y sin dilación
Por su parte, técnicos del puerto han explicado que la operación ha consistido en el levantamiento del velero que se encontraba en dique seco entre los atraques 55 y 61 del puerto mediante dos grúas de 250 y 300 toneladas respectivamente, para su botadura en la lámina de agua de la marina benalmadense, donde permanecerá en condiciones normales y de seguridad.