La ciudad de Benalmádena mostraba un “lleno total” en cuanto a capacidad hotelera y ocupación, pero siempre tiene un hueco para los deportistas llegados de fuera y sus barcos. No en vano Benalmádena cuenta con grandes playas, un puerto enorme y una gran afición por los deportes acuáticos y la pesca profesional y deportiva.
Y de Pesca Deportiva va la cosa, ya que Puerto Marina celebraba la XXIV edición de su prestigioso torneo, el más antiguo en la península Ibérica, que esta vez contaba nuevamente con el importante patrocinio de Repsol además de muchos otros esponsores.
La primera cita estaba prevista a las 19:30 horas del viernes, 25 de agosto, en el Centro Náutico de Benalmádena, donde se llevó a cabo la tradicional entrega de plicas y de obsequios, el cierre de inscripciones, y la típica reunión de patrones, muy concurrida como siempre, y a la que asistió Víctor Navas como alcalde de Benalmádena, que hasta ahora no ha fallado nunca a ninguno de los actos.
Se notaron algunas ausencias, que fueron minimizadas por la llegada de nuevos participantes, aunque se echaron en falta tripulaciones tan queridas como las de los barcos El Barracuda, Elimar, Escualo, Salamora y Victoria Cuatro (tristemente, hoy supe que D. Manuel Durán había fallecido – D. E. P.), pero, sobre todo, al Macumar, de Alberto Vázquez, que avisó de su ausencia a última hora por un problema personal de tipo familiar. Esto… Y yo, que falté por motivos “técnicos” y que eché de menos a todos los presentes, como los sigo echando de menos mientras escribo y como seguiré añorándolos la próxima semana cuando comience el de Fuengirola.
Reunión de patrones
La mesa presidencial estuvo repartida entre varias personalidades, destacando la presencia del máximo representante de Repsol y del alcalde de Benalmádena. De izquierda a derecha se sentaron Antonio González (coordinador de seguridad); Manuel Jiménez (gerente del puerto); Víctor Navas (alcalde de Benalmádena); Bernardo Jiménez (concejal de Comercio); Antonio Rodríguez (jefe del Área Marina de Repsol); Fernando Rodríguez (jefe de RRPP de Puerto Marina y responsable del Torneo)
Por parte de los deportistas hubo una buena asistencia, aunque apenas surgieron preguntas, ya que el reglamento estaba claro y es el mismo que rige desde hace varias temporadas. Conviene añadir que se permitió el uso de hasta 7 cañas en acción de pesca, siempre y cuando las licencias de pesca y federativas superaran el número de tres. La potencia máxima quedó fijada entre 15 y 50 libras, y el peso mínimo de las capturas quedó en tres kilos para el Atún de aleta amarilla, Atún listado, Albacora, Bacoreta, Bonito y Dorado, y 1,20 metros de medida mínima para el marlin blanco y la aguja imperial.
El radio de acción se fijó en un cajón de 25 millas mar adentro, y 50 millas hacia Levante y hacia Poniente, dejando como centro Puerto Marina. En cuanto al horario de pesca, la salida estaba permitida a partir de las 08:00 horas del sábado y domingo, con la obligación de entrar a puerto antes de las 18:00 horas el sábado, y antes de las 17:00 horas el domingo. Por último, las previsiones climáticas eran idóneas para que la competición transcurriera de la manera más tranquila y segura, aunque el domingo se esperaban vientos más fuertes.
Primera manga
El sábado amaneció radiante, con la superficie de la mar lisa como un plato según palabras del coordinador (D. Antonio Martínez – Pájaro Loco) A las 07:55 horas el grueso de los participantes esperaba en bocana para salir en tromba hacia sus pesqueros, tanto los que tenían base en Benalmádena como los de Fuengirola. A las 08:00 horas se daba la salida y en pocos minutos las bocanas quedaron libres, con 25 barcos navegando del total de 31 inscritos.
La colaboración entre deportistas y organizadores, y la coordinación de todos los implicados conmigo fue total, dando como fruto una comunicación lo suficientemente completa y fluida como para hacer posible lo imposible: redactar un reportaje a distancia… Nada más abandonar las bocanas y a petición expresa, muchos patrones me enviaron sus selfis, quedando fotos magnificas para la historia y sembrando hasta un precedente, porque hasta ahora no se había hecho nunca nada así…
Las aguas estaban limpias y cálidas, y los patrones navegaban con total tranquilidad disfrutando de esa estabilidad. Durante el traslado a los pesqueros tuvieron tiempo de montar y poner los equipos a punto, y una vez en la zona elegida solo hubo que largar aparejos al agua y entrar en acción de pesca. Al igual que siempre, los señuelos más utilizados fueron las plumas de superficie en pequeños teasers y kona heads, alternando rafia con vinilo y toda clase de colores llamativos. Estos señuelos estaban destinados principalmente a los listados y bacoretas, además del marlin blanco y la aguja imperial. Como casi siempre también, la mayoría de los patrones montaron al menos dos cañas más cortas con señuelos de medias aguas destinados a los dorados y algunos especiales para las albacoras, aunque estas últimas se han vuelto muy finas y delicadas a la hora de decidirse a atacar un señuelo, además de que cada vez son más escasas por esta parte del litoral Mediterráneo.
Por otro lado, primaba el montaje de aparejos sutiles, sobre todo viendo cómo estaba la mar durante toda la mañana. Muchos de los patrones y sus skippers optaron por el montaje de líneas de fluoro carbono, de hasta 50 libras de resistencia (los más hábiles lo montaban de 30 libras), casi siempre con líneas de 30 libras y 50 libras en el carrete.
Poco a poco iban llegando a los pesqueros cuando ya cantaron combate desde el Yedra Cuatro… Fue a las 09:40 horas, y cogió el micro Jesús Badía, el patrón, para decir que lograron clavar y subir a bordo un listado al que calculaban unos cuatro kilos. De momento era válido y obtenía el premio a la primera captura del torneo (en la segunda manga ya no habría premio para la primera captura) Poco después era Jesús Badía quien avisaba de un nuevo combate, y minutos después lo subía a bordo validando su peso. Así, a las 10:00 horas la embarcación Yedra IV lideraba el torneo en las clasificaciones a la Pieza Mayor y al Mayor Peso Total, está última gracias a las dos piezas que cumplían el requisito (Mínimo dos piezas)
Pero hubo jaleo… O buena actividad, sobre todo a cargo de los atunes rojos, porque cerca de las 11:00 horas varios deportistas habían logrado pescar y liberar más de una docena de cimarrones, con pesos comprendidos entre los dos y cuarenta kilos. A las 12:00 horas el balance se cerraba con tres nuevas capturas válidas para la embarcación Samar, de Salvador Santander, aunque nos confesaba que su báscula no era muy precisa y que el peso rayaba en lo justo. De momento la jornada prometía y lo cierto es que el día y la mar acompañaban, así que la flota se animaba y los deportistas no paraban de mover y cambiar aparejos.
A las 13:00 horas la embarcación Samar rompía la monotonía y todos los pronósticos, ya que en la última hora había logrado un total de 16 capturas, aunque nos avisaba de que los pesos estaban muy ajustados y que debían repasarlos con una báscula de más precisión… En cualquier caso, las capturas no válidas (con menos de tres kilos) no iban a ser entregadas para el pesaje, pero sí a la organización para su traslado a beneficencia.
A estos dos barcos se sumaba el Christian One, de Christian López, con cuatro listados. El Galeno, del Dr. Carmona, se las tuvo con un atún rojo enorme, tanto como para reventarle el bajo de línea… Pero lo importante era saber que las cosas iban bien y que a mediodía de la primera manga las clasificaciones ya estaban establecidas para los tres primeros puestos, es decir, anzuelos de Oro, Plata y Bronce ya tenían “dueños”, tanto en una clasificación como en la otra, claro que los “dueños” eran provisionales, ya que las cosas podían dar un vuelco enorme quedando tantas horas de competición.
Un nuevo balance realizado a las 16:00 horas nos dejaba con estos resultados: el Samar contaba con 19 listados que había que pesar y repasar antes de entregarlos al pesaje oficial, a riesgo de ser sancionados; el Yedra Cuatro, con 11; el Colicresta entraba en la clasificación con 6 listados, y el Christian One subía posiciones con 7 listados más una albacora con peso a determinar… La mar se iba endureciendo un poco y en algunas tomas y videos podíamos ver mar de fondo, pero esto era a unas 30 millas hacia Levante, con tendencia a ir bajando. En todos los casos los barcos estaban muy lejos y sabiendo que debían traspasar la línea de bocana antes de las 18:00 horas, muchos ya ponían rumbo a puerto a una velocidad moderada apta para el curricán. Lo mejor de todo seguía siendo que la mar se mantuvo y que solo a última hora empezó a enfurecerse un poco, y que los deportistas pudieron pescar con comodidad realizando toda clase de pruebas, algunos incluso dándose un buen baño por el calor excesivo, ya que las aguas estaban a una temperatura estable entre 24 y 25º C, quizás un poco alta dada la cercanía con el estrecho y el influjo de las fuertes corrientes. A las 17:00 horas todos los patrones, sin excepción, ya pusieron rumbo a puerto.
Finalmente, el pesaje estuvo muy concurrido, y resultó movido y sorprendente, pues muchas de las capturas no llegaron al peso mínimo exigido, faltando casi siempre 50, 100 y 150 gramos. Como ya saben, el reglamento indica que la organización permite una tolerancia de hasta un 10%, lo que supone 300 gramos. Toda captura que pese entre 2,700 y 2,999 kilos no puntuará, pero tampoco sancionará y será entregada para beneficencia. Esto fue lo que ocurrió, y además a tripulaciones tan tullidas como las del Samar o el mismo Yedra, que vio cómo su cupo de 11 capturas se reducía hasta el número de 3. En definitiva, las clasificaciones provisionales quedaron así:
XXIV TORNEO INTERNACIONAL DE PESCA DE ALTURA
CLASIFICACIÓN MAYOR PESO TOTAL*
Barco Patrón Piezas Peso
1º: El Colicresta Atanasio Santaella 6 36,000 kilos
2º: Christian One Christian López 8 34,250 kilos
3º: Yedra Cuatro Jesús Badía 3 14,450 kilos
*Nota: Mínimo, dos piezas
XXIV TORNEO INTERNACIONAL DE PESCA DE ALTURA
CLASIFICACIÓN PIEZA MAYOR
Barco Patrón Especie Peso
1º: El Colicresta Atanasio Santaella Listado 6,900 kilos
2º: Christian One Christian López Listado 5,950 kilos
3º: Yedra Cuatro Jesús Badía Listado 4,250 kilos
A destacar
No puedo dejar de citar una pequeña anécdota con toques muy significativos, ya que se vuelve a poner de manifiesto la nobleza de los verdaderos pescadores deportivos. Se trata del gesto del patrón y tripulación de la embarcación Franjiro, de José Rodríguez Moyano. La casualidad o fatalidad quiso que clavaran un atún rojo de unos 60 kilos, infestado por parásitos del género Pennella (Pennella pennella filosa) Tal y como lo metieron a bordo, trataron de calmarlo y poco a poco lo desparasitaron por completo, re oxigenándolo posteriormente y devolviéndolo al agua. Bravo por la tripulación, que demostró tener “agallas” para anular los síntomas de repugnancia, y cierta habilidad, porque no es fácil extraer por completo estos parásitos que, como pueden ver, se adentran en las carnes del atún profundamente…
Atunada marinera
La celebración de la atunada marinera es uno de los momentos más entrañables del torneo de Benalmádena. Mientras se lleva a cabo no hay diferencias de clases, ni vencedores ni vencidos, ni ganadores ni perdedores, ni enemistades ni antipatías… En las tres o cinco horas que dura la atunada, el patio del edificio de Capitanía de Puerto Marina rebosa alegría, amiguismo y complicidad, con todos los implicados haciendo piña para superar, si se puede, todo lo realizado en la edición anterior.
Desde hace muchos años el atún que se consume ya no se pesca, sino que se compra. Desde hace menos años ya no se cena de pie dando vueltas por el patio, sino sentado, y ya no se sirve solo atún y picadillo de tomate, sino que hay varios tipos de embutidos, snacks, toda clase de bebidas y tomate, pan y atún para repetir, repetir y repetir. En las mesas se sientan familias enteras, tripulaciones al completo, y ya no falta nunca nada, con barra libre para beber, y buffet para comer, de ahí que cada año el punto final de la atunada se haya convertido en el comienzo de la siguiente, con el deseo de que llegue la próxima vez…
Es un momento tan carismático y especial que solo puede valorarlo y echarlo de menos el que lo ha vivido. Yo, por las circunstancias que me han impedido asistir en esta edición, lo he echado de menos más que nunca, y por eso quizás ahora lo valore mucho más. Compartir una noche con tantos y tantos buenos amigos no tiene precio. Y si se suma la familia, es para entrar en coma de felicidad.
Segunda manga
El coordinador en base fija certificaba que el domingo amaneció un poco gris, con la mar en calma y con algo de nubosidad y nieblas mar adentro. Muchos estaban resacosos porque la atunada acaba tarde, pero siempre hay un grupo de deportistas que viven la competición con un gran interés y que no pierden ni un segundo en dedicarse a ella por completo, y se cuidan al máximo, tanto físicamente renunciando a trasnochar y a beber más de la cuenta, como a la hora de mantener los equipos, los barcos y todo el material a punto. Esto justifica que a las 08:00 horas, en el momento de dar la salida, ese grupo de pescadores no faltaran en su lugar en la parrilla de salida, así, a las 08:05 horas, 22 barcos saludos de los puertos de Benalmádena y Fuengirola ya estaban rumbo a los pesqueros.
La mayoría tenían sus ideas en plena evolución, mientras que otros se auto imponían un ligero cambio de estrategia pensando que so logró una albacora, de peso discreto, pero albacora al fin y a al cabo, y que no hubo un solo contacto con los típicos dorados que tantas competiciones han salvado, y mucho menos con los picudos… Jugárselo todo a una carta era factible, sobre todo para superar el peso de la pieza mayor, fijado hasta ahora en 6,900 kilos. Un dorado de tamaño medio ya podía superarlo, pero un marlin blanco o una aguja imperial con la medida justa, también. Además, el primer premio a la pieza mayor no estaba nada mal. Entregado por Repsol, consistía en un cheque por valor de 1000 euros en combustible.
A las 09:00 horas Antonio Checa, patrón del Orka, me enviaba unas fotos por WhatsApp que me permitían ver un cielo completamente gris, amenazando con romper en lluvias torrenciales, y olas de 0,5 a 1 metros con mar de fondo. Se encontraba ya a 10 millas de la costa, prácticamente a medio camino del pesquil. Otros fieles colaboradores como los patrones del Christian One, Mezquita, Canela, Franjiro, Euromar, Embrujo, Yedra, etc, también me enviaron un gran número de fotografías en tiempo real, con lo que me permitieron realizar un seguimiento fiel de toda la competición. Desde luego, esta vez si puedo decir muy en voz alta que los pescadores han sido los protagonistas al 200%…
El tiempo fue empeorando y por fin rompió a llover. Entre Fuengirola y Marbella diluviaba. El nubarrón entraba desde Alborán y además de agua traía vientos huracanados, levantando olas a 20 millas de hasta un metro. Los barcos pequeños empezaron a acercarse a tierra, mientras que los grandes y los más intrépidos esperaban atentos por si empeoraba. Los barcos Dos Ana Tres y Yo te espero, de Bernardo Moreno y Mari Carmen Moreno (padre e hija) se acercaban a puerto en un acto de sensatez basándose en sus esloras.
En esos momentos Jesús Badía, patrón del Yedra Cuatro, entraba en combate y lograba subir dos listados a bordo, esta vez bien medidos y pesados. Paralelamente, Salvamar interrumpía por radio y pedía al jefe de seguridad y al coordinador del torneo que se cambiara de canal dejando libre el 72, pues se encontraban en tareas de rescate de una patera y lo necesitaban para sus comunicaciones.
La mañana seguía avanzando, y aunque hubo mejor propagación, las comunicaciones fueron muy escasas, quizás porque no había nada qué decir y mucho por controlar, con todos pendientes de cualquier variación en el estado de la mar o la velocidad del viento. El caso es que a las 13:00 horas el balance de capturas era muy bajo, con solo esas dos piezas capturadas por los tripulantes del Yedra Cuatro.
Luego el estado del mar y del tiempo en general roló 270º, y de un posible vendaval con lluvias y vientos huracanados se pasó a un estado de normalidad increíble. Las aguas se fueron calmando, el viento aflojó bastante y los pescadores que estaba adentro pudieron pescar con más seguridad y tranquilidad, viviéndose un pequeño periodo de actividad en el que los atunes rojos volvieron a ser los protagonistas, dando la cara en un gran número de ocasiones y con los tamaños más variados.
De este modo se llegaba a las 16:00 horas, con un balance provisional de 10 nuevas capturas presuntamente válidas: cuatro para El Colicresta, que defendía su posición de líder provisional; tres para el Nailú, de Javier Cabrera; dos para el Yedra Cuatro intentando remontar posiciones, y una para Manuel Gálvez, patrón del Kaiman One.
De regreso a tierra muchos deportistas pudieron ser testigos de un hecho que no se producía desde hace muchos años, sobre todo en esta zona del litoral malagueño: los atunes rojos comiendo casi en línea de costa, tras las sardinas y algarines, ocupando una gran área… Es cierto que se vive una nueva expansión de estos túnidos, ahora falta saber hasta cuando durará porque los deportistas están demostrando que han colaborado al 200%, sin embargo, todavía en muchas lonjas y supermercados nacionales se ven atunes de dos kilos comercializados además a bajo precio, en un intento de hacerlos pasar por pequeños listados y albacoras, cuando son rojos en su totalidad… Para los distribuidores finales parece que no hay tantos controles.
A las 17:00 horas todos los barcos inscritos en la competición estaban a resguardo, sin excepción, así que puntualmente se dio paso a la sesión de pesaje, que igualmente contó con un nutrido grupo de curiosos además de los deportistas que ocupaban las primeras posiciones.
-El Colicresta, de Atanasio Santaellla, pesó finalmente dos piezas válidas, viendo cómo una de 2,950 gramos no puntuaba, aunque tampoco le penalizaba
-El Yedra Cuatro, de Jesús Badía, pesaba dos piezas sumando 8,800 kilos más
-El Nailú, de Javier Cabrera, presentó dos de las tres piezas capturadas, siendo sancionada una de ellas, que pesó 2,500 kilos. La otra pesó 4,150 kilos, por tanto, al restarle los puntos de la sanción se quedó en 1,650 kilos
-El Kaiman Uno, de Manuel Gálvez, pesó un listado de 4,650 kilos, dejando la clasificación general como pueden ver en los siguientes recuadros.
XXIV TORNEO INTERNACIONAL DE PESCA DE ALTURA
CLASIFICACIÓN GENERAL MAYOR PESO TOTAL*
Barco Patrón Piezas Peso
1º: El Colicresta Atanasio Santaella 8 44,700 kilos
2º: Christian One Christian López 8 34,250 kilos
3º: Yedra Cuatro Jesús Badía 5 21,250 kilos
*Nota: Mínimo, dos piezas
XXIV TORNEO INTERNACIONAL DE PESCA DE ALTURA
CLASIFICACIÓN GENERAL PIEZA MAYOR
Barco Patrón Especie Peso
1º: El Colicresta Atanasio Santaella Listado 6,900 kilos
2º: Christian One Christian López Listado 5,950 kilos
3º: Kaiman Uno Manuel Gálvez Listado 4,650 kilos
3º: Yedra Cuatro Jesús Badía Listado 4,500 kilos
Entrega de Premios
Como en otros años, el último de los actos públicos se llevó a cabo en uno de los salones del Hotel Alay, que recibió a los deportistas e invitados con sus mejores galas. Nada más aparecer, comenzaba el lunch, muy bien regado y surtido, como es habitual en este tipo de eventos, y además muy bien servido. Además de los pescadores, sus familiares e invitados, y de los miembros de la organización, también asistieron algunas personalidades, destacando a varios concejales del Ayuntamiento de Benalmádena.
La fiesta fue muy concurrida y transcurrió más rápido de lo habitual, siendo premiados además de los deportistas y los patrocinadores, D. Antonio Martínez Escaño y Encarnita, su esposa, que en plena complicidad llevan todos los entresijos de la competición desde la radio, siendo un gran apoyo moral para todos los participantes y la organización, ya que nos mantiene siempre en contacto directo.